Manifiesto de Confesion...

Fui yo el autor intelectual de su muerte y
También quien le mandó al olvido,
Me encargue de sacar la arena para su entierro
Pero antes me canse de maldecirlo.

Acepto que soy culpable de su sufrir y
De sus súplicas también fui testigo,
Sin embargo arrepentido ya nada puedo hacer,
Aunque lo llame, ya no puedo revivirlo.

Le corte de tajo sus sueños de grandeza,
Lo crucifique y le persuadí de no quedarse conmigo,
¡Como recuerdo su repertorio de adulaciones y
Las mentiras que del cielo me azotaban a un abismo!.

Mis manos le apretaron hasta causarle la asfixia y
De mi boca le clave palabras sin sonido,
Su muerte fue lenta, contemple su agonía,
Y le escuche balbucear locuras en su delirio.

Ya no recuerdo dentro de mi cordura
Los solemnes presagios que me dedicaba al oído,
Solo hago memoria de una frase vaga que decía:
Nunca me olvidarás, !Ese será tu castigo!

Ahora estoy consciente del acto mortal
Que sin excusa ni pretexto he cometido,
Soy culpable ¡Yo maté al amor!
Desde entonces tengo el corazón dolido.

Ricardo Mejia Bahena
14/03/00